América de Cali, el narcotráfico y la Lista Clinton

 
Miguel Rodríguez manejó 'tras bambalinas' los intereses del equipo hasta 2005, cuando fue extraditado a los Estados Unidos

El vínculo de la familia Rodríguez Orejuela con la Corporación Deportiva América se convirtió en el detonante para que el club ‘Rojo’ de la capital vallecaucana terminara incluido en la Lista Clinton.

Miguel Rodríguez Orejuela, confeso narcotraficante y líder –junto con su hermano Gilberto- del extinto Cartel de Cali, tuvo el control absoluto del América en las décadas de los 80’s y 90’s.

‘Don Miguel’, como se le conocía en el contexto local, era un apasionado del fútbol e hincha furibundo del América. En el control que ejerció sobre el equipo también tuvo participación uno de sus hijos, William.

Durante esa administración, financiada con dineros del narcotráfico, la Corporación contaba con 2.600 afiliados, en su mayoría empleados del América y las empresas de la familia Rodríguez Orejuela (entre otras Drogas La Rebaja), además de amigos y allegados.

La Ley del Deporte exigía, para ese momento, mínimo 2.000 afiliados para la constitución de una Corporación.

A partir de 1995 y después de una época gloriosa para el equipo en lo deportivo, que incluyó ocho títulos locales y tres subtítulos de Copa Libertadores, comenzaron los procesos judiciales contra Miguel Rodríguez Orejuela.

En 1997 la Corporación Deportiva América de Cali fue incluida en la ‘Lista Clinton’. Fue el punto de partida de uno de los peores infiernos, administrativos, financieros y, posteriormente, deportivos, vividos por el segundo equipo más laureados del balompié colombiano.

Sin embargo, ese estigma impuesto por el gobierno norteamericano generó una ‘informalidad’ que, en cierta forma, resultó benéfica para los intereses de la familia Rodríguez Orejuela.

Esa ‘informalidad’, asegura el abogado Édgar Navia, hoy Asesor Jurídico del equipo, tomó fuerza con la indiferencia del Estado colombiano frente al tema América.

Entes gubernamentales como Coldeportes, la DIAN y la Superintendencia de Sociedades, dice Navia, no metieron mano en el asunto. Las razones: se desconocen. De hecho, Miguel Rodríguez siguió manejando ‘tras bambalinas’ el negocio del América hasta 2005, cuando fue extraditado a los Estados Unidos.

Esa casi nula vigilancia del Estado sobre América, posibilitó que la Corporación y sus directivos se ‘colgaran’ en aspectos básicos de una empresa como el pago de la seguridad social de sus trabajadores e impuestos municipales.

Esa indiferencia de tantos años fue la semilla que gestó la deuda que la institución tiene hoy con sus acreedores, cifra cercana a los de US$14 millones de dólares.

América, pese a la cadena de malos manejos administrativos y financieros, es una de las pocas empresas en el mundo que se ha mantenido viva estando en Lista Clinton por más de 15 años.

Las taquillas (incluyendo partidos en Copa Libertadores), la venta de jugadores al fútbol nacional e internacional, además de dineros de Dimayor por derechos de televisión (más o menos un millón de dólares al año), han sido las principales fuentes generadoras de ingreso para el club de 1997 a la fecha.